martes, 20 de febrero de 2007

16/02/2007
Gotea el alba
y yo , teñida siempre de ti
con peticiones inimaginables
siempre deshilando esferas.

y tu ahí sigues clavado en mi pecho
y tus ojos ya no tienen retina
para sentirlo, 
te ciegas y no puedes con esta región de luceros
que me abarcan hasta lo indecible
sola,  desnuda de mí
 al despuntar la magia de la lluvia
 mientras,
 pasa el tiempo
yo recogeré cántaros de mariposas
sin las vigilias de unas alas
que irriten el viento...

y en el entretanto
se cierne en mis orillas
el preludio de otro paisaje
que asalta...
 con el rocio de su música.
dorisanliterat Enviar por correo a un amigo

No hay comentarios: